El placer de ser mujer y no pedir permiso
Hoy, en la era de lo digital y lo absurdo, cuando los drones vuelan y hasta la tostadora tiene conexión a internet (aunque nadie sepa por qué), la magia de lo femenino también ha decidido actualizarse. Ya no se trata de un par de tacones, un perfume caro o una ceja perfectamente delineada. Hoy, el atractivo de lo femenino va más allá de lo sup